A través de la actividad lúdica, las experiencias directas y las vivencias, los chicos aprenden, crecen y se enriquecen en un clima de afecto y confianza.En el jardín ponemos en juego aquellos valores que son pilares fundamentales: solidaridad, colaboración, tarea compartida y respeto.Brindamos a las familias un lugar de pertenencia, de participación activa en nuestro proyecto escolar, a fin de lograr que los aprendizajes constituyan las bases para toda familia judía.